¿Las energías renovables son de verdad la solución al cambio climático y a la conservación del medio ambiente?.
Pues desde Seo-BirdLife apuntan a que no necesariamente.
https://www.seo.org/2019/12/07/renovables-100-responsables/?fbclid=IwAR3jvhWlWog-Pn65rJlISuTPnYpuayc0cPfiqIXZKLeHXeO_ZwVpFQzvQkc
Hablemos en de la eólica. Muchos denuncian el impacto visual del mismo, ya que es necesario colocar los molinos en lugares altos, por lo que siempre son visibles desde kilómetros a distancia. Aunque esto por si mismo no es un problema para la biodiversidad, más allá de las obras necesarias para su instalación. El problema real es que las grandes aspas causan la muerte de aves y murciélagos y eso si es un serio revés. No obstante ya existen sistema de generación eólica sin aspas de grandes dimensiones.
Por otro lado está la energía solar, grades superficies de placas negras, imprescindible un suelo libre de plantas y especialmente árboles. Por desgracia, muchos pequeños municipios sucumben a los grandes ingresos prometidos por las eléctricas y venden o ceden terrenos en busca de rentabilidad para sus vecinos. Ejemplo tenemos en la comarca de Ledesma, donde se han talado varias hectáreas para colocar «huertos solares». Qué sentido tiene cambiar a un sistema de generación eléctrica solar para proteger la naturaleza, si para ello destruimos bosques y zonas de pasto. Lo lógico sería instalarlos en zonas improductivas: paredes rocosas, tejados de las viviendas con miles de metros cuadrados improductivos en las ciudades. Pero se instalan en el campo, en praderas y montes arrasando con plantas y animales.
La energía hidroeléctrica parece la menos dañina, si no entras en profundidad. Para genera energía hidroeléctrica en gran cantidad son necesarios grandes desniveles de agua, por consiguiente, la necesidad de grandes presas. Consecuencia: inundación de miles de hectáreas, eliminación de bosque de ribera, desaparición de especies animales, y especialmente gran problema con la fauna acuática, cambios drásticos en los procesos naturales de los peces, impidiendo desplazamientos, creando grandes masas de agua que sólo favorecen a los grandes depredadores y a las especies invasoras con la desaparición de especies autóctonas.
En definitva, las energías renovables más comunes sí reducen las emisiones de gases perjudiciales para el planeta. Pero si no se planifica y gestiona correctamente este tipo de instalaciones en la naturaleza lo que van a hacer es erradicar especies, eleiminar terrenos productivos para agricultura y ganadería, desaparición de bosques y reducción de hábitats salvajes para la fauna.
Energías renobables SÍ, pero posiblemente lo más respetuoso es la autoproducción. Es decir, que cada vivienda tenga instalado su propio sistema, ya que si buscamos la generación en grande cantidades se necesitan instalaciones inmensas, y eso puede repercutir contra la biodiversidad y el medio natural. Y sobre todo, utilizar las grandes extensiones de superficie urbanizada de las cuidades para aprovechar los tejados, las terrazas, y especilamente los aparcamientos en superficie para la instalación de los equipos de generación. Al mismo tiempo que se genera energía, se disminuye la acumulación de calor de los espacios indicados, por lo que también se ayuda a disminuir la temperatura global de las ciudades.
