Colorido en la dehesa

Estas fotografías tomadas en el camino de Tajurmientos, a apenas 4 km de Ledesma, en la ruta número 2 del centro BTT, son una muestra de lo colorido que está en campo esta primavera.

A pesar, o gracias a las lluvias, estas es una primavera como no se había visto en años, con una gran variedad de plantas floreciendo y dando colorido al paisaje verdoso de la dehesa. Como ya he dicho estas fotos han sido realizadas el 2 de mayo en el camino que parte al sur de Ledesma, junto a la carretera de la Fuente de San Esteban, señalizada dentro del centro BTT como rnúmero 2: Camino de Tajurmientos y que describe una ruta circular que pasa por los municipios de Doñinos de Ledesma y Zafrón. En esta ruta podemos disfrutar del colorido y variedad vegetativa que la dehesa ledesima ofrece, en un primer tramo rodeados de campos de pastos con alguna tierra de labor, para después meternos de lleno en los montes de encinas y robles.

Este primer tramo nos muestra la primavera en su máximo esplendor, con campos vestidos de un manto verde, que en pocas semanas y con ayuda del Sol, se irá tiñendo de un color rubio pajizo que se mantendrá así hasta las primeras lluvias del otoño.  Por ese motivo, es ahora en este mes cuando debemos salir al campo, si la alergia lo permite, para admirar la riqueza de colores y matices que la naturaleza utiliza para atraer a esos pequeños insectos encargados de polinizar las plantas para que más adelante creen semillas y años tras año continúen el ciclo de la vida.

Entre todas estas plantas, sobrevuelan las aves, unas para alimentarse de semillas, otras de insectos, otras de roedores,… y todas aprovechando el manto vegetal para construir sus nidos: unas en el suelo, otras entre espigas tejidas por ellas mismas, otras sobre encinas o sobre elementos artificiales, pero siempre utilizando elementos vegetales.

Y tras admirar la dehesa y sus habitantes, muchos los minutos parado intentando descubrir, prismático en mano, si la silueta vista del águila en el suelo es una culebrera o un abejero o a ese aguilucho pálido con su vuelo rasante y rápido picando al suelo cuando ve alguna presa, o al cernícalo «colgado» del cuelo,… hay que regresar desandando el camino, escoltado por una luna casi en cuarto menguante, ¿menguantes? Sí, porque a lo mejor no lo sabes pero la Luna cuando tiene forma de D es cuando crece y cuanto tiene forma de C es cuando mengua.

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