Una parte muy importante del trabajo en actividades de aventura, y que no siempre se tiene en cuenta, es el mantenimiento y reparación del material a emplear. Por ese motivo en esta entrada os quiero mostrar un trabajo de reparación de flechas.
Uno de los mayores enemigos de las flechas en el tiro con arco es el impacto directo con elemento rígidos: un tronco de un árbol, un elemento metálico, un muro,… especialmente cuando se hace en un lugar tan singular como la fortaleza de Ledesma, un lugar muy singular pero tiene el inconveniente de que no puede hacerse una instalación fija y por lo tanto las medidas a tomar para evitar el impacto de las flechas se resumen a mantener distancias suficiente para minimizarlos o como en nuestro caso la colocación de una red especial que frena de forma segura y no dañina las flechas. Aún así a veces las flechas se desvían y acaban impactando con mayor no menor fuerza contra los muros. Y como consecuencia las flechas se dañan.
Materiales y herramientas: para un trabajo básico necesitamos poco.
- Plumas y puntas de repuesto
- Pegamento apropiado y resistente
- Sierra con hoja para metal, es la más apropiada para cortar el tubo de la flecha
- Cutter para cortar o quitar las plumas
- Caja de ingletes para hacer el corte recto.
- Una lima o lija para rematar los cortes.
Tipos de reparación:
En ocasiones sólo es pegar una pluma, podemos hacerlo de forma manual o empleado una herramienta específica para ello la emplumadora. En nuestro caso lo hacemos a ojo pues la precisión en la trayectoria de la flecha no es imprescindible.
En otras ocasiones se pierde el culatín o la punta y sólo es necesario encajarlos de nuevo o reemplazarlos, se les pude poner un poco de pegamento, sobre todo a la punta para que no se nos vuelvan a quitar.
Y por último lo peor que nos puede pasar, el tubo de la flecha se rompe o agrieta. En este caso hay dos opciones, si sólo se agrieta podemos cortar por un punto que este sano y hacer una flecha más pequeña que SÓLO usaremos en momentos de «ocio» y nunca utilizarla en actividades con clientes, en nuestro caso al ser empresa. En caso de agrietado completo la desechamos pues es supone un foco de peligro muy importante ya que puede romperse por completo causando lesiones de mayor o menor grado, o simplemente clavarse una pequeña astilla de la fibra y no resulta nada agradable.
Pues tras un rato de «bricolaje» este ha sido el resultado, de 6 flechas dañadas al final he obtenido 2 flechas totalmente «usables», 2 de menor tamaño que han servido de práctica una para emplumar y la otra para colocar una punta reciclada de otra (no aptas para su uso comercial), una que he dejado sin emplumar y otra que sólo queda el tubo como muestra de lo que puede pasar por un mal uso. De paso tengo 5 plumas y una punta (aunque no está perfecta) de repuesto.
Como podéis ver es muy importante tomar medidas de seguridad preventivas (una red adecuada, distancias apropiadas y parapetos acordes al lugar y actividad) puesto que si no lo hacemos nos encontramos con esto, material dañado que si no nos damos cuenta y retiramos de forma inmediata de la actividad puede ocasionar lesiones. Por no contar con el gasto económico que implica reparar o reemplazar material en mal estado.