Parafraseando a Fernando Fernán Gómez, las bicicletas son para el verano. Basta que suba un poco la temperatura para ver en cualquier punto de la geográfica española florecer a los amantes del deporte de las dos ruedas.
Existe, en cualquier caso, un lugar único como Lanzarote que, en su eterna primavera, cuenta con ciclistas durante todo el año. Una ruta por la isla del arquitecto César Manrique es nuestra recomendación de la semana para los lectores de Bletisaventura. Si en un anterior artículo os proponíamos una salida por Ledesma, ahora os detallamos los pormenores de una ruta de unos 103 kilómetros bordeando Lanzarote desde el pueblo de Arrieta hasta la playa de la Caleta de Famara.
En este viaje, por paisajes indescriptibles, rodarás a los pies del volcán de La Corona y no lo harás en solitario porque son muchos los grupos que transitan por esta travesía que abarca municipios como los de Haría, Uga y Yaiza, sin olvidar que atravesarás el Parque Nacional de Timanfaya. Son muchas las empresas locales las que organizan rutas similares, ofreciendo incluso alojamiento en instalaciones tipo surfcamp a precios muy asequibles. Aunque son muchos los kilómetros a recorrer, la falta de grandes desniveles convierte el reto en uno de dificultad media-alta para alguien que esté en forma y suela salir a rodar una o dos veces a la semana. Tal vez el mayor enemigo no esté en el asfalto, sino en el cielo. Conviene arrancar muy pronto por la mañana y evitar las horas centrales para no toparse con el sol en todo su esplendor.
La conexión de Lanzarote con los principales aeropuertos nacionales e internacionales ha convertido esta etapa en todo un reclamo turístico para los amantes de las vacaciones deportivas. De hecho, son cada vez más los deportistas profesionales, de triatlón y otras modalidades, los que realizan parte su preparación en Lanzarote. Y es que el Ironman de Lanzarote está resultando todo un escaparate publicitario para este turismo.