2015, un año para aprender

Otro año pasado ya, este 2015 dedicado en exclusiva a Bletisaventura. Sin duda alguna un año difícil pues lanzar un negocio de actividades en el medio natural en un pueblo y comarca como es Ledesma, donde los turistas vienen a recorrer sus calles y no su entorno es una apuesta arriesgada sin más respaldo económico que los ahorros de unos pocos años de trabajo. Pero desde luego en algo se acertó, las piraguas funcionan ya que los turistas veraneantes SI aprecian y valoran que en un pueblo como este con un magnífico río y una estampa tan reconocible como única puedan disfrutar de sus vacaciones con actividades de agua alternativas a las, en ocasiones, saturadas y agobiantes piscinas. Sin duda resulta gratificante que se reconozca ese esfuerzo por la apuesta hecha y por intentar crear nuevos recursos turísticos en esta hermosa Villa, no sólo de los que han participado de nuestra actividad también de todas esas personas que no se atreven o no pueden probar pero que animan a seguir adelante, especialmente en esos días que no hay nada más que cargar y descargar las piraguas tras pasar el día entero a la sombra de los chopos, bien intentando que la gente se anime o bien esperando a esos clientes que te llaman y no aparecen.

Pero no sólo de las piraguas queremos vivir, y por ello este 2016 toca reinventarse para que el resto de actividades resulten atractivas. Con nosotros puedes practicar una actividad prácticamente única en España, realizar tiro con arco dentro de un castillo, en el patio de armas de la Fortaleza de Ledesma, porque seguro que hay empresas que te lo ofrecerán más barato, que tendrán un mejor campo de tiro, pero seguro que nunca será tan original como el nuestro.

O esas rutas en bici que nos llevan a recorrer los diferentes paisajes de la comarca de Ledesma: el río, la dehesa del toro bravo, el cerdo ibérico y las ovejas, o los campos de cultivo de cereales y regadíos. O si lo prefieres a pie también puedes con las rutas de senderismo interpretadas, las rutas de observación de fauna y flora, o la orientación en el medio natural.

En este punto debemos ser sinceros, hacer autocrítica y reconocer que hoy por hoy es una pena que el turista sólo pague por hacer visitas guiadas por municipios o por visitar monumentos sin importarles si la actividad es legal o no y que las empresas, pero sobre todo personas, que trabajamos legalmente o lo intentamos como guías de naturaleza no seamos capaces de captar su interés. Vivimos en una sociedad que ha perdido el interés por conocer de verdad el medio natural, que hace senderismo o btt pero que desconoce por completo las plantas que ve, los pájaros que hay a su alrededor o la gente que vive en,por y para el campo. Llegará el momento que por desgracia vivir en pequeños pueblos sea imposible porque no hay en que trabajar o porque no habrá trabajadores cualificados que sepan cuidar una explotación ganadera o que no sepan de agricultura y, señores y señoras, gracias a esta gente tenemos para comer. Y para que esto no desaparezca hay que enseñarles a los urbanitas como es el campo, como se trabaja en él y que aporta al ser humano, porque es tan importante trasmitir los conocimientos culturales como los naturales. Y desde luego no estamos consiguiendo hacerlo, salvo por la vía de la educación medioambiental con grupos escolares.

En definitiva, que si queremos que los pueblos vivan, como turistas debemos aportar riqueza, tomando algo en un bar o contratando alguna actividad y a cambio podemos empaparnos de su cultura, su tradición y sus paisajes porque el turismo rural debe ser para conocer el campo, los pueblos y su etnografía. Por eso quiero aprovechar para hacer un llamamiento a los que nos leáis, que paréis un momento a reflexionar que algunos locos que apostamos por emprender en el medio rural, y en mi caso este tipo de negocio, es porque creemos en el potencial de nuestros recursos, que no buscamos más fin que poder vivir de nuestras aficiones y ,sobre todo, compartir el amor por nuestras raíces y esos conocimientos o vivencias que no se recogen en las guías turísticas o los libros de ciencia, porque nadie mejor que alguien que nace, crece y vive en el campo puede transmitirlos. Y que con apuestas de este tipo, y con mucha ayuda de la administración local, los pueblos pueden reinventarse para que su economía no se base en la producción agrícola, ganadera o la construcción, porque en Ledesma es posible si todos aportamos nuestro granito de arena. 

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